Hoy, 14 de mayo, es la festividad de San Matías, otrora el 24 de febrero. He aprovechado dicha efemérides para dar un paseo por las calles que rodean a la iglesia de San Matías.
San Matías fue el apóstol que sustiyó a Judas Iscariote. Poco se sabe, a ciencia cierta, de su vida. Hombre conocedor de la Escritura y de probada virtud, fue ejemplo de vida entre sus paisanos.
San Matías fue el apóstol que sustiyó a Judas Iscariote. Poco se sabe, a ciencia cierta, de su vida. Hombre conocedor de la Escritura y de probada virtud, fue ejemplo de vida entre sus paisanos.
En Granada su nombre está presente desde 1501, cuando se crean las primeras parroquias. Con el decreto firmado por el arzobispo de Sevilla D. Diego Hurtado de Mendoza , se declara la ereccíon en nuestra capital de 12 parroquias, entre ellas la de San Matías.
Dicho santo era de la devoción del emperador Carlos V, ya que nació el día de la festividad del apóstol (24 de febrero de 1500) y de la misma manera su victóría de Pavía quiso que fuera en la misma fecha (24 de febrero de 1525). Es por ello que en su visita a Granada en 1526 viendo que el templo dedicado a San Matías era pobre y pequeño (era una antigua mezquita), mando la construcción de uno mayor. Surge el actual templo de San Matías, que será finalizado hacia 1550. Es de estilo mudéjar. Su interior bien merece una visita.
Sin duda, es un barrio que lo rodea, merece la pena ser visitado. Tiene como arteria principal la calle en cuesta de San Matías, que tiene su origen en la plaza de Mariana Pineda y termina en Pavaneras. A la izquierda de dicha calle nos encontramos un entramado de calles que, hasta no hace mucho tiempo era barrio de casas de lenocinio, burdeles. Andar antaño, por aquellas callejas era lúgubre y "poco recomendable". La situación actual es bien distinta, pese a mantenerse el entramado irregular, casi laberíntico de callejuelas. Gracias a la actuación del Ayuntamiento se ha remodelado por completo, teniendo ahora un aspecto bien diferente: hoteles, apartamentos, edificios institucionales y bares y tabernas. Se han creado plazas que abren espaciós y se han mejorado las infrestructuras. Todo es diferente. ¡Cómo merece ser paseado!, especialmente si hace sol, ya que se agradece su luz en la estrechez de las calles. Por momentos te trasladas en el tiempo y el espacio ¿estamos en el centro de Granada? ¡Qué tranquilidad!Me gusta recrearme en los nombres de las calles: Laurel de San Matias, Piedra Santa, Jazmín...
El otro lado de la calle San Matías tiene menos encanto, entre otras razones porque tiene tránsito rodado, hay que pasearlo con otros ojos. Solo rodear la iglesia merece nuestro tiempo, observar detalles...
La torre campanario aparece imponente, jalonada de ventanas mudéjares preciosas con azulejos y balconcillos.
Contemplo con agrado las excelentes rehabilitaciones de casas señoriales que, hoy le vuelven a dar al barrio el aire que probablemente tuvo en los siglos XVI y XVII.
Espero pronto poder hacer otra entrada sobre San Matías más extensa. Mientras seguiré recordando la boda de mis compadres y el bautizo de mis ahijados, de los que fueron testigos los muros de San Matías.
Curioseando y buscando,en la distancia,cosas sobre mi Granada,me he topado con esta página y,más concretamente, con este retazo de mi barrio de San Matías.Me crié en la calle Coches de San Matías (frente a Piedra Santa) y también soy de esos granaínos que llevan toda la vida fuera (más de 40 años) y siempre anhela volver, aunque sea un par de días.Me ha recordado muchas cosas y sobre todo mis correrías por todas sus laberínticas calles (Varela, San Rafael, Rosario,etc)...La tienda del "Cateto",la tienda de caramelos abarrotando los cristales en la esquina de mi calle con Varela,la fábrica de hielo, Capitanía...recuerdos imborrables.
ResponderEliminarUn saludo para todos los granaínos.