lunes, 9 de noviembre de 2009

XX aniversario de algo de libertad (1)

XX aniversario de algo ... más... de libertad en la torturada vida de los hombres...
los que crean las esclavitudes para luego forjar los libertadores...
los que hacen las cadenas para luego partirlas en pedazos...
los que levantan los MUROS...

...para luego DERRIBARLOS:


Y que no se nos olvide, junto a meritorios políticos de la época como Gorvachov, Walesa, Havel, Khöl, Reagan, etc... una figura señera, venida de un país del Telón de Acero, que con la VERDAD de Cristo como arma eficaz, fue el primero en denunciar, el primero en animar y el primero en actuar: JUAN PABLO II.

El Papa Juan Pablo II contribuyó decisivamente a la caída del muro, al respaldar en todo momento a Lech Walesa en sus aspiraciones de hacer desaparecer el comunismo de la tierra natal de ambos y las de derribar la muralla que dividía Berlín.

Tras su llegada al sillón de Pedro, los dirigentes de toda Europa y del resto del mundo intercambiaban ideas sobre cuál sería el papel de este Papa frente al comunismo soviético, pues su experiencia en ese terreno había sido mucha y desde muy niño supo lo que era el socialismo real a la vieja usanza y el nazismo.

Cómo iba a olvidar Karol Wojtyla a los 7.000 oficiales del ejército polaco que habían sido fusilados por los soviéticos y sepultados en las fosas de Katyn. Y a sus familiares y amigos que padecieron la opresión de ambos totalitarismos, de izquierda y de derecha. Precisamente un día recordaba el Papa esos momentos: "Era primer viernes de mes y estaba haciendo de monaguillo de don Figlewicz, cuando los alemanes empezaron a bombardear los cuarteles de la calle Warszawska. A pesar de ellos, me dijo: "Tenemos que continuar la celebración" y así sucedió. Fueron años terribles. Se salía de casa por la mañana y no se sabía si se regresaría por la tarde".

Por eso cuando el 16 de octubre de 1978 a las 6.43 de la mañana surgió la fumata blanca y la voz del cardenal Felici anunció el "Habemus Papam... cardinale Karolum Wojtyla", el secretario general del Partido Comunista Italiano, Enrico Berlinguer, dijo al saberlo: "Es lo peor que nos podía pasar". Sospechaba que un Papa que conocía desde dentro el sistema soviético no iba a estar dispuesto a mantener la política de pacto resignado de convivencia que había caracterizado a los pontífices anteriores... y así fue guiado por el Espíritu.

¡¡ NO TENGÁIS MIEDO, NO TENGÁIS MIEDO !!


Fue ese el primer milagro de un más que probable "santo súbito".

1 comentario:

  1. Cuanto que agradecer a Juan Pablo II. Dios quiera que lo veamos santo en los altares. Por cierto vivo enfrente de San Juan de Letran en Granada y me ha gustado mucho ver alqguien se acuerda de esta pobre iglesia.

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