
San Juan Bosco (1815-1888)
Fue un trabajador incansable. Sus sueños, muchos de ellos proféticos, le estimularon en su vida. Realizó muchos prodigios, de tal manera, que en vida ya se le reconocieron multitud de milagros. Es el fundador de los salesianos y, junto a Mª Mazzarello, de las Hijas de Mª Auxiliadora (salesianas). Propagador incansable de la devoción a la Virgen bajo la advocación de Auxiliadora. Falleció el 31 de enero de 1988, en olor de santidad. Fue proclamado santo en 1934.
D. Bosco durante su visita en Barcelona
La relación con España es estrecha. Tuvimos la suerte de que visitara nuestro país en 1886. Barcelona lo recibió multitudinariamente, con fama de santidad. Desde 1881 los salesianos ya habían iniciado su presencia en España.
En Granada realizan su encomiable labor desde 1946, en su primera ubicación en el Triunfo, donde permaneció hasta 1977 en que se trasladó hasta su actual emplazamiento en el barrio del Zaidín, tratando de ser fiel a sus principios. Tiene, desde hace unos años, nuestro callejero, una calle con su nombre: la avenida D.Bosco, antigua calle Circunvalación. Tal día como hoy, hace un año fue inaugurado el monumento que la Familia Salesiana y la ciudad de Granada le dedicaron con motivo de la celebración de los 150 de la creación de la congregación de los salesianos.

Ya el otro día hablamos de Obispos "perseguidos" por la oficialidad rampante que crece al abrigo del poder, en ese caso era Monseñor Munilla, al que antes de ser presentado a su nueva feligresía vascongada, ya se sacudía como a una estera.

Ayer tuve una de esas guardias que dejan baldado. Esta mañana cuando me disponía a darle una paliza al sofá, me encuentro en medio del somnoliento zappeo, que una de las cadenas del televisor daba la película "The Killing Fields" (traducida en España de manera cursi "Los Gritos del Silencio" por no traducir áspera pero de manera real "Los Campos Asesinos").
Para su último corte, la de los títulos de crédito, el citado Mike compuso "Etude" versión bastante atinada de una pieza breve de un compositor castellonense, Francisco Tárrega.


En Vuelvo a Granada hay que hablar necesariamente de los granadinos que han dado lustre a nuestra ciudad. Ya hubo ocasión de hablar de Val del Omar y Enrique Morente, Francisco Ayala, San Francisco de Borja, San Juan de la Cruz, Hernán Pérez del Pulgar, San Juan de Dios, etc. Muchos de ellos no nacidos en Granada, pero que dejaron una huella más que manifiesta en nuestra ciudad, su historia y sus gentes... ¿y qué más da de dónde se sea si se hace el bien por y para los hombres, el arte, la naturaleza?

Cuando Torres Balbás llegó a la ciudad, se interesó por la Puerta de Bib-Rambla, la reconstruyó piedra por piedra en el bosque de la Alhambra. No quiso ponerla en un lugar llamativo para que no desvirtuara el recinto. Gracias a él, hoy puede contemplarse la puerta, sola e imponente.
...y El Bañuelo:
