Decía un antiguo profesor mío, añorado hermano Ángel: "Pobres...progres...regres". Cuánta razón tenía aquel sabio desgarbado que me dio la Física y la Química en el colegio.
La noticia (antigua, tiene más de un mes): Un cura vasco, joven, Obispo de Palencia, es nombrado por S.S. Benedicto XVI, nuevo Obispo de San Sebastián: José Ignacio Munilla.
El hecho: Un Obispo vasco para una diócesis de las Vascongadas. Paz in terram, pues.
La reacción: Desaforada. Catolicones con y sin sotanas se ponen manos a la obra para desacreditar a este sacerdote.
Razones: "...es un conservador", "...está a la derecha de Rouco", "...tiene un aspecto físico desagradable", "...ya en el seminario de Toledo no era querido" (...) y otras calumnias sucias y traidoras.
Los instigadores: Políticos sin crédito de la secta gobernante, de la secta racial e independentista. Eminente politólogo impermeable manchego (Sr. Ejque).
Coadyuvantes: Prensa encuadrada en los medios subvencionados, protegidos de la secta gobernante.
Codas:
1.- Muchas suerte Monseñor, enhorabuena por ser lapidado por esta gentuza que no hace sino elevar su categoría personal.
2.- Gracias por sus palabras de perdón a quienes le linchan desde las butacas de piel y los micrófonos y prensa de lujo... aunque ambos sean pestilentes.
3.- "Ladran, luego cabalgamos".
4.- "Por sus hechos les conoceréis".
5.- Que Dios le bendiga.
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